Capturando a Patrick Mahomes. (Foto: Getty Images)
Hace unos cinco años o más, los Patriots recibían diciembre con la única intención de escalar hasta obtener el sembrado número uno de la AFC, entrar a playoffs e iniciar otro camino hasta el Super Bowl. Un duelo como este, contra los Chiefs, hubiera sido la antesala de una final de la conferencia y sería el juego de la semana.
En la actualidad, incluso quitaron este partido del horario estelar por la penosa situación de New England. Este conjunto está eliminado de la contienda, apenas tiene tres triunfos en el año y hay incertidumbre en el puesto del HC Bill Belichick, todo un giro de 180° en la temporada NFL 2023.
Es una rivalidad con mucha historia, pero los Patriots dominan en casa con un récord de 11-8-2 en toda su historia.
*Pendiente de actualizaciones
Esta versión de Kansas City no es similar a otras versiones que enfrentamos en el pasado. Con la decaída de su ofensiva (a falta de un WR1) y promediar 22.5 puntos por juego, en este momento son la tercera mejor defensiva en puntos recibidos de la NFL (17.5 por partido). Precisamente a New England esto representa un reto casi insuperable, pues anotan 13.0 puntos por partido (peor marca de la NFL).
La buena noticia es que el cambio de QB ha tenido cada vez un mejor impacto en el ataque. El QB Bailey Zappe pudo anotar 21 puntos solamente en la primera mitad contra Steelers (aunque eso fue todo) y hubo más agresividad en los intentos de pase, clave tras la ausencia del RB Rhamondre Stevenson. Sin embargo, el RB Ezekiel Elliott aporta bastante a su manera y en el juego pasado tuvo alrededor de 140 yardas totales en contra de Pittsburgh.
Los Chiefs apenas permiten 3.1 yardas por acarreo este año (aunque su promedio por partido supera las 110 yardas); aunque la baja del LB Nick Bolton (en IR) puede dar más oportunidades, parece que el plan de juego deberá ser otra vez muy similar al del jueves pasado. Para fortuna de Zappe, quizás cuenten de regreso con el WR DeVante Parker y el WR Demario Douglas para estirar el campo un poco más.
Estos regresos no serían poca cosa, Kansas City es mucho más completo por aire de lo que fueron los Steelers. Para empezar, solo permiten 185 yardas por aire este año, lo que es la sexta mejor defensiva de la NFL y su promedio de 5.7 yardas por intento, es la cuarta cifra más baja de la campaña.
En cierto sentido, el resurgimiento del WR JuJu Smith-Schuster es oportuno, habiendo conseguido 90 yardas por aire la semana pasada. Enfrentando a su ex equipo, el ganador del SB LVII es una presencia bastante física para las coberturas poco amigables de los CB L’Janarius Sneed, CB Trent McDuffie y CB Jaylen Watson.
Otro elemento crucial es el TE Hunter Henry, que en la semana 14 tuvo dos recepciones de TD. Del lado contrario, los safeties Justin Reid, Mike Edwards y Chamarra Conner son de lo mejor en la actualidad y cada uno ha forzado una intercepción por lo menos. Ganar por el medio del campo es importante porque pueden dominarlo sin problema.
Del lado de esa ofensiva, creo que todos conocemos lo peligroso que puede ser un pase del QB Patrick Mahomes, el problema es que sus receptores lo atrapen. No obstante, el juego pasado comenzaron a usar conceptos para que todo vuelva a girar alrededor del TE Travis Kelce, y buscándolo a él, el pasador ganador de dos SB fue como en años anteriores:
Cuando tiene que volver a sus WR, si bien es cierto que la mayoría son impresentables, el novato Rashee Rice es una amenaza en la parte baja con pases directos al slant. Es un receptor que provoca mucho daño con un poco de espacio y Reid comienza a dar con el mejor uso para sus habilidades. Así fue como maltrataron a los Bills:
Por tierra dependen mucho de la presencia del RB Isiah Pacheco, que el domingo pasado no jugó. El ex de Rutgers promedia 4.4 yardas por acarreo, mientras que su compañero, el RB Clyde Edwards-Helaire apenas logra 3.5 yardas por acarreo. Pese a que el staff trata de involucrar más esta parte de su ataque, generan poco o nada normalmente, pero si lo combinas con esa defensiva dominante, tienden a buscar controlar los partidos con lo poco que genera Pacheco.
Ahí es donde la defensiva de los Patriots es fundamental, pues apenas permiten 88.2 yardas por tierra por partido y debería hacer acto de presencia para alterar su plan inicial. Cuando Buffalo lo hizo, logró frustrar a Mahomes que no puede establecer una conexión constante con sus receptores.
Las Vegas ve como amplios favoritos a los Chiefs por 9.5 puntos. Eso es normal cuando de un lado está un equipo eliminado con récord de 3-10 y del otro un líder divisional con récord de 8-5.
El Over/Under es de 37 puntos, que entendiendo el presente de ambos ataques (y contra sendas defensivas), le da mucho sentido.
Las apuestas sugieren un dominio con pocos puntos de los Chiefs, algo que se repitió varias veces para los Patriots en semanas pasadas. Uno puede esperar que Belichick arme un gran plan de juego contra Mahomes, pero esa ofensiva sigue generando suspicacias y, no nos engañemos, cuando Pittsburgh ajustó en la segunda mitad del juego pasado, los hicieron ver igual que siempre.
Marcador final: 17-10, ganan Chiefs.
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