QB Mac Jones. (Foto: Getty Images)
Por David Santos
Después de una derrota desastrosa en la semana 4 ante los Dallas Cowboys y haber perdido a sus dos jugadores titulares estrellas (LB Matthew Judon y CB Christian Gonzalez) uno por el resto de la temporada y el otro al menos dos meses llegamos la semana 5 NFL con un sentido de urgencia contra los New Orleans Saints.
Los New England Patriots reciben en Foxborough a unos rivales que vienen de una derrota ante los Buccaneers y colocar su récord 2-2, con una decepcionante actuación ofensiva.
El ambiente que se vive dentro de los Patriots es de pánico absoluto, ya que dejando de lado las dos lesiones de suma importancia, la confianza que se le tiene al QB Mac Jones de poco en poco se va debilitando. Aunque al exterior, tanto jugadores y entrenadores declaren que la confianza sobre él está intacta, dentro del emparrillado, y en la banca, se logra percibir otra situación.
Sumándole que la OL sigue teniendo un trabajo muy pobre y el juego terrestre es inoperante, la ofensiva se ve más perdida que la temporada pasada. ¿Podrán encausar cuando todo se ve patas arriba?
Lo primordial para la semana 5 es arreglar la línea ofensiva, tener a los jugadores sanos para este encuentro ante los Saints y esperar que esta semana de entrenamiento les haya servido para poder tomar ritmo y sincronía, ya que hemos visto muchos castigos de la OL, destacando por salidas en falso (síntoma de una falta de disciplina enorme).
Los Pats son considerados los peores en protección en el pase y Mac Jones es el QB que más evade presiones. El problema es que no es Patrick Mahomes, y jugar así no es ideal por sus condiciones.
Los Saints poseen una línea defensiva poco agresiva este año (nueve capturas en cuatro semanas), pero la situación es desastrosa en sus oponentes:
Respecto a Mac Jones, es necesario darle un plan de juego en el que no tenga que tomar tantas decisiones por si mismo. Ahora mismo su mente es un desastre y un revoltijo, obligarlo a seguir siendo el héroe no es más que hundirlo más.
En el juego pasado logró 12/21 pases para 151 yardas, pero sus decisiones fueron lamentables y causó tres entregas de balón (dos intercepciones, un fumble). ¿Qué hacer? Más pases cortos, más responsabilidad de sus receptores, después de todo, le pagan a Kendrick Bourne y JuJu Smith-Schuster que son especialistas después de la recepción y el WR Demario Douglas es un velocista quiebra tobillos, úsenlos.
Al paso de estos cuatro partidos de la temporada regular hemos visto como la defensiva a cargando al equipo en hombros y manteniéndolos siempre en la pelea, a excepción del juego pasado. Esta filosofía es la que ha mantenido el HC Bill Belichick a lo largo de su dinastía dentro del equipo.
En este punto de la temporada no resta más que seguir confiando en la defensiva para que nos siga manteniendo dentro del encuentro. En la semana se comentó que la presencia del DE Trey Flowers, DE Keion White, LB Josh Uche y LB Anfernee Jennings serían claves para reemplazar a Judon, no es fácil, pero un acercamiento como el de Devin McCourty, donde muchos se suman para cubrir una baja sensible parece la única solución.
Del mismo modo, esperemos que la reciente contratación del viejo conocido, el CB J.C. Jackson, pueda estar dentro del terreno del juego el domingo y al menos ayude a amortiguar un poco la baja de Gonzalez. La secundaria sigue siendo endeble, pero al menos no luciría como la del domingo pasado.
Dentro de lo que cabe, parece el juego más importante para los refuerzos este año, es decir, los novatos como White o el LB/S Marte Mapu:
El equipo de New Orleans no llega de la mejor manera al encuentro del domingo. Tienen dos derrotas consecutivas y sus jugadores claves no se han visto de la mejor manera, empezando por su QB Derek Carr, que cuenta con uno de los peores QB ratings de la liga (#25) un lugar debajo de Mac Jones (#24).
Por su parte, el RB titular Alvin Kamara tuvo su primer juego de la temporada el pasado domingo, por el cual está falto de ritmo y hay que aprovechar que aún no tiene mucha sincronía con su QB y la línea ofensiva.
New Orleans no anota más de 21 puntos desde hace 10 juegos. Parece un partido donde deberían superar esto, pero Belichick no es ningún novato y deberá sacarle ventaja para que la crisis de ellos represente una oportunidad acá.
El juego del próximo domingo será un punto de inflexión en la campaña de los Patriots; de llegar a perder en casa, se pondrían con un récord de 1-4, el cual estaría dando casi por terminada las aspiraciones del equipo en este año.
Esperemos que los jugadores salgan en estado de gracia y le regalen a su afición un encuentro convincente, en el cual les demuestren que no todo está perdido aún.
¿Quién crees que sea el jugador clave para los patriotas en este juego? ¿Aún confiamos en esta defensa después de las lesiones sufridas? Puedes dejarnos tus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.
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