Danny Amendola se retira; adiós Mr. Clutch

La carrera de Danny Amendola ha llegado a su fin este lunes; siempre fue algo alejada de los grandes números, pero no de las grandes hazañas. Incluso con un inicio problemático en New England, lleno de lesiones y altibajos, siempre será impresionante llegar a este punto y notar lo importante que fue en la dinastía 2.0 de los Patriots. Al final del día, quizás la sorpresa es lo que mejor resume la carrera de este ex WR nacido en Texas.

El origen de “Mr. Clutch” Amendola

En retrospectiva, lo cierto es que no siempre fue el favorito de los fans, de hecho, era normal criticarlo con dureza hasta 2014. Quizás parte del problema fue su profunda admiración a uno de los WR del equipo que trataba de reemplazar:

“Siempre admiré a Wes [Welker] por el jugador que era. Él jugó prácticamente libre de lesiones por seis años en este lugar, atrapó muchos pases también. Sin duda realmente hizo mucho por aquí. A pesar de su estatura, fue grandioso.”

Quizás, el punto de quiebre en su carrera fue cuando dejó de intentar emular su juego y dejó su propia huella. Específicamente hablando, no sería hasta la temporada 2014 que lo conseguiría, pero es innegable que por los siguientes años eso fue lo mejor que pudo pasarle a Tom Brady, Bill Belichick y el resto de los Patriots.

Ni mejores WR como Wes Welker o Randy Moss podrán decir que fueron tan decisivos para Tom Brady como lo fue Danny Amendola a partir de entonces. Y así, aunque los primeros se consideran grandes atletas y con excelentes estadísticas, lo que siempre les faltó fueron todos esos momentos que Amendola acumuló en los playoffs.

Forjando el legado de “Mr. Clutch” con los Pats

Juegos como el de ronda divisional contra Ravens en 2014, las finales de conferencia, el Super Bowl XLIX y LI, todos fueron testigos de su marca personal, la del Mr. Clutch por excelencia. Y mientras Rob Gronkowski o Julian Edelman la rompían casi todo el año, en enero se sumaba un Amendola electrizante y decisivo para resolver los partidos más complicados juntos, como equipo:

“Sencillamente, sabe cómo jugar el football,” dijo el GM Les Snead de los Rams hace años. “Lo ves levantarse, asegurar el pase. De alguna manera percibe que está cerca de la zona de anotación, mira abajo, se asegura de pisar con los dos pies dentro, toca el suelo, abraza el balón y lo mantiene firme. Eso resume como es él. Eso es simplemente un jugador de este deporte. Y puedes ver todos los instintos naturales que posee.”

Como diría su exentrenador, Jeff Fisher, eventualmente se convertiría en el receptor que “mantenía el avance del balón” en la serie ofensiva para New England, igual que Wesker, pero de un modo distinto.

El juego que mejor lo define

¿Quién no recuerda su decisiva actuación contra los Jaguars en el AFC Championship 2017? En ese juego de su última temporada con el equipo, y tras superar juntos una desventaja en contra de 10 puntos en el último cuarto, Brady pudo anotar sus dos TD del partido a partir de un notable trabajo de Amendola, que además pudo acumular 7 recepciones para 84 yardas en el proceso. Un gran resumen de una carrera inusual en todo sentido:

“Estoy agradecido por la oportunidad que tengo aquí y lo que ha significado para mí los últimos cinco años,” dijo Amendola luego del pase al Super Bowl LII. “He tenido grandes recuerdos aquí. Cualquier cosa que haya sucedido, la he ignorado.”

Finalmente, una de las grandes lecciones que nos dejó como jugador, fue la de no darnos por vencidos por más difícil que sea de inicio. A veces, como todo en la vida, la gente trata de hallar su lugar en una dinámica y eso, desafortunadamente, no siempre es veloz, pero no determina tu destino. Eso lo haces tú con tu propio trabajo.

Por ello, siempre he considerado el tiempo como el mejor juez para todos. En este caso, nos demuestra que es imposible asegurar algo categórico en el momento, pero con el tiempo si. Por eso, aún sin ser un futuro Hall of Famer, Danny Amendola estará siempre inmortalizado al recordar los más grandes momentos de la última gran dinastía de la NFL. Y él, cuando mire sus anillos, seguramente no podrá evitar esbozar una sonrisa, al igual que nosotros, al recordar aquellos juegos.

Ahora descansa querido Danny, te lo has ganado con toda justicia. 

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