Hace relativamente poco comenzaron los rumores del QB Lamar Jackson a los Patriots, iniciados por nada menos que el propietario del equipo, Robert Kraft. Mientras muchos verían esto como una clara señal de cambio en la posición, la realidad es que parecen muy, muy contentos con Mac Jones siendo su protagonista esta campaña.
Por supuesto, la razón más importante detrás de esto es el coordinador Bill O’Brien. No es exageración cuando múltiples medios lo consideran el auténtico factor x de los Patriots la próxima campaña. Y es que él puede determinar si Mac es o no el pasador franquicia que necesita New England.
Más allá de nuestra opinión personal del QB Mac Jones, este fue víctima de un retroceso el año pasado. Lo cierto es que hubo varios factores de por medio en su segunda temporada en los Patriots, sin importar donde veamos su potencial, varios de estas atenuantes estaban fuera de su propio control. Empezando por el coordinador ofensivo.
No importa como lo queramos ver, poner a un QB semi-novato con un coordinador ofensivo novato tiene su propio mundo de problemas. Muy diferente a este año, con un entrenador de la talla de Bill O’Brien; en su haber trabajó con QB de la talla de Tom Brady, y principalmente, desarrolló a varios como Deshaun Watson y Bryce Young, recientemente.
No es de extrañar que tengamos a varios opinando que es el tipo ideal para los Patriots, porque incluso cambiando a Jones por Bailey Zappe, la posibilidad de que trasciendan está ahí, con las habilidades y trabajo adecuado. Bien lo dijo Robert Kraft:
“[Tener a Bill O’Brien podría] trabajar con las ventajas del QB.”
Cuando estuvo en New England en 2011, Brady gozó de una de sus mejores temporadas en su carrera con más de 5 000 yardas (5 235 yardas por aire). Posteriormente, el trabajo con Watson logró que se convirtiera en una de las nuevas caras de la liga antes de tanta polémica. Ni que decir que Young podría ser elegido número 1 global este año tras dos años rompiéndola con O’Brien en Alabama.
El secreto detrás de estos resultados no es otro más que adaptabilidad en sus diferentes estilos de juego. El coordinador no es reacio a los cambios, y siempre procura la comodidad de todos sus pasadores, antes que cualquier otra cosa.
Para Matt Hasselbeck, la responsabilidad de todo QB es hacer lo que el coordinador le dice, por lo que tener uno de calidad, facilita todo lo demás:
“Si no estás de acuerdo con como la jugada fue diseñada, o como estás siendo entrenado, sácalo de tu mente. El único trabajo del QB es hacer la jugada posible.”
Si vemos el potencial de Jones en 2021, entenderemos que, incluso siendo escépticos de que será un élite algún día, tiene elementos y el carácter para liderar a un equipo hasta playoffs. El problema, por supuesto, es lo que le rodea.
Este año, el equipo se dedicó a traer receptores de corto yardaje con capacidad de ir por más yardas tras la recepción, al igual que lo que tenía Jones en Alabama. TE Mike Gesicki, WR JuJu Smith-Schuster, son jugadores que mejoran a sus predecesores en este apartado: Jakobi Meyers y Jonnu Smith. Y esto es muestra de que el compromiso es mayor con él de lo que algunos quieren admitir.
New England ha tenido la oportunidad de traer a Lamar Jackson desde hace meses, pero la única realidad que conocen es con Jones bajo centro. Nos puede gustar o no, pero era algo que pedimos en 2022, y ahora es un hecho. Si vas a darle la confianza, mínimo trata de aprovechar sus virtudes.
Después de todo, O’Brien es el puente de dos sistemas relevantes en el desarrollo de Mac Jones: el que tenía en Alabama con RPOs, play action a raudales y el de New England, con algo más tradicional. Es difícil saber qué aspecto tendrá el sistema este año; pero las contrataciones también mezclan estas ideas con un equipo que, a falta de un WR que mueva defensivas por su cuenta, le ofrece todo lo que le gusta al QB de turno.
Y aunque parece que se están tardando con el WR1, debemos verlo lógico, porque a partir del que traigan, la ofensiva estará completa y puede ser el inicio del fin para su carrera por aquí o el comienzo de un capítulo brillante en su carrera. Tomando como ejemplo lo impulsivos que fueron en 2021 y en intercambios como el de Mohamed Sanu, ser un poco más prudentes es totalmente necesario.
“Bill O’Brien + Bill Belichick + Mac Jones, eso funciona para mí. Lo tomaría en cualquier momento,” dijo Hasselbeck.
Las habilidades de los involucrados deben dar, como mínimo, un impulso necesario para pelear un lugar en postemporada el próximo año. A decir del ex mentor de Mac Jones, Josh McDaniels, sería un sorpresivo desastre que no funcione este año:
“Me sorprendería si [Mac Jones] no se recupera. Es una persona tan competitiva. Quiere hacer bien todo lo que realiza.”
Como fans del equipo, sin importar tus sentimientos hacia el QB de turno, lo más deseado es que al equipo le vaya bien, porque todos ganan. Por ello, Bill O’Brien es la llave del éxito este año, y es la contratación más importante desde que Tom Brady se fue en 2020.
¿Creen que Bill O’Brien convierta en QB franquicia a Mac Jones? ¿Qué esperan que consigan este año? Pueden dejarnos sus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.
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