El dilema que representa Jakobi Meyers para los Patriots

El dilema que representa el WR Jakobi Meyers es, probablemente, uno que definirá los planes de los Patriots en los próximos meses. Después de todo, el mercado lo tratará como el mejor WR, pero al mismo tiempo, ¿lo es?

Leyendo el artículo de Andrew Callahan en The Boston Herald, plantea una pregunta que viene precedida de una interesante reflexión. Creo que, en estos momentos, es importante mencionarles y analizarla como aficionados del equipo.

Firmar o no a Jakobi Meyers, he ahí la cuestión

Jakobi Meyers tiene una trayectoria incuestionable y merecedora de todos los elogios; llegó a la NFL sin ser reclutado en el Draft NFL, apareció cuando más se le necesitaba y ha sido el más estable con múltiples QB distintos en su carrera.

Pero como dijo Sócrates: Este momento es lo único que importa. Y, ciertamente, Meyers no es un receptor de categoría élite. Según Mike Giardi de NFL Media, la dura realidad es que nadie en el mercado de agentes libres pagará arriba de los 15 millones de dólares, lo que usualmente se le pagaría a un WR por encima de la media.

Quizás por eso, en una búsqueda del equipo por encontrar un receptor élite, traer a Meyers no es una prioridad. Al final de cuentas, habría que pagarle, y aun así tener que buscar a otro del perfil que necesitan. Por ende, existe la táctica usual de que el mercado dicte el valor de todos ellos, y luego, si conviene, firmarlos.

Pero he ahí el dilema con esa frase shakespeariana que planteamos inicialmente, porque, por un lado, no es lo que el equipo busca; pero por el otro, es su mejor receptor en los últimos tres años.

El dilema que representa este año

Callahan acierta completamente al describir la situación en el caso de Jakobi Meyers:

“El problema es que Meyers está atrapado en la friend zone de la NFL. Su vídeo no asombra. Se gana el respeto de sus oponentes, pero no lo suficiente para que sus entrenadores le manden doble equipo o las gerencias se enamoren de él. Se colocó en el lugar 39 en separación el año pasado, según Next Gen Stats, y fue el receptor número 25, de acuerdo con las calificaciones de Pro Football Focus, lo que lo tiene como el receptor número 20 en contra de cobertura personal y número 32 contra cobertura de zona.”

Sin embargo, el otro lado de la moneda es igualmente importante, porque a pesar de todo, está por encima de lo que se tiene en esta posición. Incluso sin ser el siguiente Julian Edelman:

Meyers es el mejor amigo de un QB… y tal vez ese sea el problema. Firmarlo en o más arriba del precio de mercado podría desanimar a la gerencia para comprometerse de invertir una seria cantidad de dinero en otro, y mejor receptor; un tipo que cambie el juego que podría elevar el potencial de la ofensiva como ningún otro en el roster podría, pero que comandaría una singular cantidad de dinero.”

Ahí es donde da en el meollo del asunto: porque el mercado está tan inflado, que ya no es tan fácil ir por ambas opciones. Si los Patriots quieren a Meyers, casi seguramente los orilla a buscar en el Draft NFL, pero los reportes indican que están más inclinados a reforzar la línea ofensiva este año.

Además, la historia reclutando receptores en el Draft no es amplia, ni muy positiva en primeras rondas:

La pregunta que plantea Callahan vale la pena analizarla con tiempo:

“¿Es mejor perseguir un jugador que amas y arriesgarse a un dolor a largo plazo? O ¿Es mejor firmar de vuelta lo que conoces y volver con una ofensiva que tal vez sea suficiente para competir, pero no para contender?”

Decidan ustedes.

Pueden dejarnos sus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

También te puede interesar:

Deja una respuesta