Por Juan Edmundo Ramos Castañeda
En lo que fue la peor derrota en la era Belichick al caer 38-3 ante los Dallas Cowboys, la defensiva de los New England Patriots tuvo una tarde bastante complicada.
El inicio fue prometedor, al solo permitir goles de campo ambas defensivas, se esperaba un duelo cerrado, ríspido, parejo. De ahí fue una caída libre estrepitosa en donde nuevamente, como en toda la temporada, se cavó un hoyo muy profundo de donde no se pudo regresar propiciado por la ofensiva. Pero en ese esfuerzo por sacarlos de ahí, se puede destacar que el equipo sufrió lesiones claves en el partido que ahora ponen en riesgo toda la temporada.
En el primer cuarto, en una jugada desafortunada, el CB Christian Gonzalez, al intentar realizar una tecleada para detener al RB Tony Pollard, sufrió una lesión en el hombro, que de acuerdo con Mike Kadlic, se está buscando una segunda opinión debido a que probablemente el jugador se perderá toda la temporada y su baja será difícil de cubrir.
Se esperaba que tanto Steve Belichick como Jerod Mayo, a cargo de la defensiva, tuvieran un plan para poder lidiar con la secundaria diezmada que presentábamos en el partido, pero no fue así dado el arrastre de más lesiones en semanas pasadas (Marcus Jones, Jack Jones y Jonathan Jones). Dallas aprovechó y empezó el juego atacando al CB Shaun Wade en múltiples ocasiones, para posterior a la lesión de Gonzalez, también atacar al CB Myles Bryant y finiquitar el primer touchdown del juego.
El QB Dak Prescott lanzó en 18 ocasiones en las primeras cuatro series, consiguiendo dos FG y un touchdown, que junto a los errores en ofensiva, hicieron nuevamente una situación imposible de remontar. Los Boys se encontraban preparados para la defensiva contra la carrera que presentaron los Patriots, por lo que explotaron con pases rápidos desde la formación shotgun y movieron el ovoide a placer.
La defensiva por zona de New England no fue el factor principal de la derrota, pero las 12 tackleadas falladas ayudaron a la debacle. Un equipo liderado por Bill Belichick no puede permitirse caer en estas situaciones, lejos quedaron los años donde se realizaban ajustes magistralmente y daban un rumbo diferente al partido.
En el último cuarto, el capitán del equipo, el LB Matthew Judon sufrió una lesión cuando el partido ya estaba definido y se perderá un mínimo de dos meses. Su cirugía será llevada a cabo este miércoles, informó NFL Media.
“Devastadora” fueron las palabras del DL Deatrich Wise Jr. hacia la lesión de su compañero. Sin embargo, en ausencia de Judon, se espera que lidere el pass rush del equipo viniendo de un buen juego (5 presiones, 2 sacks). La tarea no es fácil, Judon representaba un caballo de batalla en oportunidades clave y es el líder en el equipo con cuatro sacks esta temporada.
También se espera que otros como el LB Josh Uche, LB Anfernee Jennings y el DE Keion White tengan más participación en la temporada a raíz de esta baja muy sensible. Jennings y Uche son los únicos LB exteriores con los que cuenta el equipo después de Judon. Buscar formaciones y maneras de poder presionar al QB durante los siguientes juegos va a ser una tarea muy complicada.
Otra adición interesante podría ser el DL Trey Flowers, que también sería elegible a regresar. Todavía está por verse si puede jugar como en sus primeros años en New England, pero si logra un impacto en esa línea defensiva, no vendría nada mal.
Afortunadamente, varios jugadores son elegibles para regresar del IR esta semana, siendo destacados los CB Jonathan y el CB Jack Jones. En información pasada de Mike Reiss, aseguraba que en el equipo todavía dudan que este último esté sano para volver, por lo que será vital tener de regreso a Jon Jones.
Por ahora debe ser importante ver el desempeño del grupo de safeties, que deberán trabajar un poco más para compensar las limitaciones en las coberturas. Aquí es donde el S Kyle Dugger puede despejar las dudas de su inicio discreto este año; en contra de Dallas sumó 15 tackleadas (máximo de un defensivo del equipo desde enero de 2022).
Por otro lado, y no solo esta secundaria, toda la defensiva necesita más agresividad al ir por el balón. Solamente tienen dos entregas de balón forzadas (una intercepción de Gonzalez en la semana 2 y un fumble en la semana 1), que nos ubican en un penoso lugar 27, cuando muchos años atrás era la carta fuerte de las defensivas de Bill Belichick.
Lo pudimos ver en este juego, cómo capitalizar las entregas de balón generan puntos. Sin duda el equipo tiene mucho para mejorar de cara a los próximos partidos, el mayor obstáculo, sus constantes lesiones. Veremos si los regresos aportan lo necesario.
¿Cómo afrontará la defensiva los siguientes encuentros sin dos de sus titulares? ¿La temporada está perdida? Pueden compartir sus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.
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