Por Hugo Fuentes
Ha terminado la semana 8 de la NFL y el equipo de los New England Patriots apenas acumula 2 victorias con 6 derrotas. Ahora, con la fase de intercambios concluida y tras no haber hecho ningún movimiento significativo desde el regreso del CB J.C. Jackson y con 16 agentes libres pendientes de contrato para la siguiente offseason, es momento de analizar las 3 fases de juego que concluirán el resto de la temporada 2023 de no haber ningún movimiento sorpresa.
Probablemente el apartado del equipo más consolidado y con mayor potencial se encuentra del lado defensivo del balón. Aunque también el más afectado por lesiones que han limitado su productividad.
Tan solo en el primer tercio de la temporada el equipo tuvo bajas importantes de jugadores clave, por mencionar algunas: la del novato CB Christian Gonzalez y del espíritu defensivo, LB Matthew Judon, sin olvidar al prometedor cornerback de segundo año, Marcus Jones.
Aún con la presencia de lesiones, la defensiva de los Patriots ha podido hacer los ajustes necesarios trayendo a caras conocidas como Jackson (a través de un intercambio con los Chargers). Adicionalmente, asignando roles más importantes a jugadores que tienen un impacto positivo cuando pisan el terreno de juego, tal es el caso del S Jabrill Peppers.
Este último es prueba de la cantidad de líderes en esta unidad, pues se ha destacado por su intensidad de juego dentro del campo y su motivador liderazgo en los vestidores. En términos generales, parece que adquirió el valioso rol que dejó Devin McCourty, no solo en el campo, sino también en el vestidor.
A diferencia de otras unidades, la mayor inversión externa se hizo en los últimos años y es mejor pensar en retener a los más jóvenes el próximo año. Estas son las claves para dar estructura a una defensa que ya es sólida a dia de hoy.
Tras no intercambiar a ninguno, son elementales las siguientes firmas:
Ha llegado el momento de hablar del área más débil y con más incógnitas de los New England Patriots; una parte del equipo que parece no encontrar una identidad y cada partido mostrándose más consistentes en todas las posiciones.
Sin duda alguna, la mayor incógnita de cara al 2024 es la posición de QB. Es cierto que el QB Mac Jones muestra destellos de lo que fue en su temporada de novato, pero también es víctima de los mismos errores cada semana: pases con poca fuerza, malas decisiones en las lecturas y pánico ante la presión del blitz defensivo.
No todo es su culpa; la inestabilidad del staff en los últimos años, lesiones y el poco talento alrededor han afectado para encontrar su ritmo, que se traduce en una de las peores ofensivas de la NFL.
Junto a la flagrante necesidad de WR, ahora se suma la de linieros ofensivos; las lesiones aquí, pero sobre todo, la de Bourne, exhiben una problemática que no se atiende desde hace años.
Y aunque todos quisiéramos que el dinero en un WR élite, todo mal nace de la línea ofensiva. Al final de cuentas, cada que hay retrocesos es por la falta de constancia semana a semana e indisciplina, lo que genera castigos costosos en momentos claves del partido. Y aunque corredores tienen un par de jugadas dignas de mostrar en un video de highlights, de igual manera no parecen ser capaces de ser productivos:
Por supuesto, la falta de actividad para adquirir más picks preocupa en estos momentos; 2024 es un año clave donde invertir es todo o nada para esta franquicia y hacerlo bien será la diferencia el resto de la década. Lo que se viene es una casi completa reestructuración de la ofensiva, y de fallar, se podría caer a un agujero sin fondo.
Las decisiones en estos agentes libres podría decirnos mucho con respecto a esa posible lavada de cara:
Al final, una defensiva de campeonato solo puede llevarte hasta cierto punto, una ofensiva explosiva no es solo un espectáculo, es otra oportunidad de poder adaptarte hasta regresar a la cima sin importar los obstáculos en el camino.
Cada una de las fases que conjuntan a un equipo deben ser tratadas con la misma importancia si la meta como organización es llevar de regreso a los New England Patriots a la cima de la NFL. Y a día de hoy, solo se trata bien a dos de tres en este equipo. Imperdonable.
Uno de los aspectos que menos brilla en pantalla, pero que salvó a excepciones año con año, son sinónimo de disciplina, son los equipos especiales.
En esta unidad destacan los novatos, K Chad Ryland y Bryce Baringer, ambos han encontrado su ritmo a nivel profesional y semana a semana muestra mejoría. Claro, las inconsistencias son normales en su etapa de formación, pero es una unidad mejor que la del año pasado.
Igual que en defensiva, aquí lo más importante es retener a los jóvenes. En el caso específico de la posición de Brenden Schooler, podría servir como reemplazo del ST Matthew Slater, presumiblemente en su última temporada como profesional. Sin embargo, la inversión de este año debería alejar el deseo de seguir metiendo dinero aquí, pero ya conocen a Bill Belichick.
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