La era de Mac Jones toca fondo y los Patriots se hunden

QB Mac Jones. (Foto: Getty Images)

Por Iván Barradas

Los Dallas Cowboys arrollaron a los New England Patriots por pizarra de 38 a 3 en el AT&T Stadium el pasado domingo. Al final, los Pats tuvieron una ofensiva totalmente inoperante y el QB Mac Jones tuvo decisiones erráticas que le costaron que el HC Bill Belichick lo sentara en el cuarto periodo y le diera los controles al QB Bailey Zappe.

Lo más destacado que hizo se quedó en la primera serie ofensiva de New England. Ahí logró capitalizar tres puntos para empatar el encuentro y después de nueve jugadas, avanzar 69 yardas y tener una posesión de 4:11 minutos. Tras eso, toda la ofensiva resultó inoperante y Bill Belichick está acabando su poco crédito al frente del equipo.

¿Dónde quedaron las mejorías que veríamos de Mac Jones con Bill O’Brien?

Jones tuvo una tarde para el olvido, lanzó 21 pases, de los cuales completó 11 para 150 yardas. Además, lo capturaron en una ocasión y lo interceptaron dos veces; una de ellas en un momento de desesperación que decidió lanzar el balón cruzando el pase de lado a lado, cosa que cualquier coach de quarterbacks de infantiles te dice que no debes hacer.

Jones se vio demasiado errático el resto del encuentro. De los 12 envíos que lanzó de menos de 10 yardas, solo completó cuatro. Y aunque deshaciendose del balón muy rápido, esto es porque la línea ofensiva no le da el tiempo necesario para que se desarrolle la jugada, lo que en realidad es más una medida desesperada que un diseño de la ofensiva.

En defensa de Mac, ha tenido tres coordinadores ofensivos con tres sistemas diferentes en tres años. También tuvo dos partidos pasados con una buena actuación, recordemos que en su año de novato le arrebató la titularidad a Cam Newton y llevó al equipo a playoffs. Pero desde 2021 seguimos hablando de los mismos defectos y quizás el más imperdonable es su nerviosismo en momentos de gran presión.

En el fumble no se da cuenta de nada, sigue corriendo, sigue intentando lanzar a quien sabe dónde y nunca tiene percepción de la situación. Fueron dos TD defensivos que entregó, lo que supuso una desventaja imposible de remontar.

Queda claro que Bill O’Brien no puede hacer más por él, no es su psicólogo, es solo el coordinador ofensivo.

El quarterback no es el único culpable

Hasta el momento el ataque terrestre ha producido 364 yardas en 110 jugadas por tierra, promedian por acarreo 3.4 yardas y solo han anotado un touchdown.

Para este año los Pats decidieron firmar al veterano RB Ezekiel Elliott, para acompañar al RB Rhamondre Stevenson. Desafortunadamente, esta gerencia olvidó que necesita de línea ofensiva también y ningún equipo puede establecer una ofensiva terrestre si nadie te abre los huecos necesarios para poder avanzar.

En lo que respecta a la ofensiva aérea, la gran contratación para este 2023 fue el WR JuJu Smith-Schuster, quien lleva 7 recepciones para 80 yardas y sin touchdown, y adivinaron, no ha sido factor.

Sabemos que no existe en el roster un playmaker que saque a flote al equipo. Es más, de los 97 pases completados para las 955 yardas, se lo han repartido entre todo el cuerpo de receptores, alas cerradas y corredores. Analizando esto, el sistema ofensivo de Bil O’Brien tiene mucha versatilidad, pero tampoco le da oportunidades a uno de brillar.

Considerando todo, el WR Demario Douglas pide que le den más snaps:

Bill Belichick tiene que recibir parte de la culpa

El mayor problema de la ofensiva radica en la línea ofensiva, queramos echarle la culpa a Jones o no. En los cuatro partidos que llevamos de la temporada, las lesiones no han permitido repetir la alineación de los cinco al frente de las trincheras, y no es lo mismo entrenar en una posición y en el juego tengas que parchar poniendo a guardias a jugar como tackles.

Debemos entender que los partidos se ganan con la línea ofensiva, ya sea dándote el tiempo necesario para encontrar a un receptor con la separación necesaria en una ruta ya desarrollada, o abriendo el camino para que tu corredor enfrente a un LB no en la línea de golpeo, sino dos o tres yardas después. Hasta los equipos como Philadelphia o San Francisco, con grandes receptores, aun así gastaron en mejorar sus líneas ofensivas y no dejan pasar a nadie.

Bill Belichick tiene mucho que pensar, Dallas ya quedó atrás y ahora se debe pensar en hacer los ajustes necesarios para enfrentar a los New Orleans Saints. Pero viendo el panorama, uno también piensa: ¿habrá tanking o ganará más el orgullo? Tic, tac, tic, tac.

¿Qué deben hacer los Patriots para mejorar su ataque aunque sea un poco más? ¿Qué sucederá con Mac Jones el próximo año? Puedes dejarnos tus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

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Staff de NP