QB Mac Jones. (Foto: The Boston Globe)
Es un honor tenerlos de vuelta para este año 2023, y como es costumbre, aquí tienen su previa favorita, esta vez, del Patriots vs Bills semana 18 de la NFL.
En esta ocasión, trataré de enfocar este análisis solo en el juego, que parece que se llevará a cabo como se tenía planeado originalmente , debido a la mejorada situación del S Damar Hamlin; y por consiguiente, el juego presenta el mayor reto del equipo desde el juego de campeonato de la AFC vs. Kansas City en 2018. Un partido donde a priori, los de New England salen como víctimas y urgidos de la victoria.
Fuera del golpe moral de la lesión de Hamlin en su momento, ahora Buffalo estará buscando cerrar y lograr el #1 de la conferencia americana con ánimos renovados. Así que se antoja complicadísimo desde este punto.
New England 77 victorias, Buffalo 48 victorias, 1 empate (0-1 en Playoffs)
Récord en New England: 39-24
Récord en Buffalo: 38-24-1 (Incl. 0-1 en playoffs)
*Pendiente de actualizaciones hasta el viernes
Dejando de lado el factor anímico, New England tienen muy pocas oportunidades en ambos lados del balón; quedó claro en el primero de la serie, que Buffalo es mucho más completo en personal. En el mejor de los casos, el equipo debe evitar caer en situaciones de 1 vs 1 en muchas posiciones para poder ganar este encuentro.
La semana pasada, el equipo finalmente consiguió anotar TD en el 100% de sus series que acabaron en zona roja. Esto fue un gran progreso, tomando en cuenta que eran la peor ofensiva en esta parte del campo llegando a la semana 17. Gran parte del éxito fueron los ajustes en la línea de scrimmage, justo antes del snap.
Como vemos aquí, donde el QB Mac Jones logra reconocer la formación de los Dolphins y ataca con un pase, cuando ellos esperaban un acarreo:
En esta ocasión enfrentarán a la mejor defensiva de zona roja en la campaña; Buffalo solo permite el 44.4% de conversión llegando a la parte final del campo. Y en el juego anterior, limitaron a New England cuando trató de anotarles en esta zona.
Sin embargo, los Bills destacan mucho en defensa más de lo que se les reconoce regularmente; en este momento, son top 10 en las siguientes categorías principales:
Solo una debilidad destaca por encima de todas: las capturas. Los Bills son #30 de la NFL en capturas de QB, la razón es porque no suelen mandar nada exótico o usar elementos fuera de lo convencional. El sistema de Leslie Frazier se basa mucho en comunicaciones, por eso es importante la presencia del S Jordan Poyer, que los organiza mejor que nadie:
Los Pats tienen que entender esto, porque en el último juego los obligaron a lanzar, lo que es un ganar-ganar para ellos. Cuando les corren con el balón, suelen permitir más de 4 yardas por acarreo. Esto fue algo que Green Bay atacó todo el día, en el que fue uno de los peores juegos de esta defensiva terrestre:
Parte del éxito aquí, puede deberse a los movimientos pre-snap que cada semana se sienten más cómodos al usar los Pats; confundir un poco al front seven parece una buena manera de obligarlos a ser cuidadosos y mantener un ataque constante en ese muro defensivo.
Otro punto importante, es que en estas últimas derrotas, los de Bill Belichick ya no ganan en tiempo de posesión contra Bills. Si buscan ganarle a este, o cualquier equipo, deberán intentar dominar con series más largas.
Acá es un poco más de lo mismo; Buffalo posee una ofensiva muy completa, pero que es algo débil por tierra. El equipo es vigésimo en intentos de acarreo, dejando que todo se desarrolle principalmente por aire; sin embargo, este fue elemento que usaron contra New England en el juego pasado.
Si bien, los Bills no intentan moverse por tierra lo suficiente para preocupar, es el segundo mejor de la NFL en promedio de acarreos con 5.3 yardas por acarreo. Y debido a ello, también son el noveno mejor ataque terrestre con 2 142 yardas; ya no solo es el QB Josh Allen, pues la llegada de Nyheim Hines y James Cook, realmente se empieza a notar últimamente, y este último promedia 5.8 yardas por intento.
En su último enfrentamiento, dejaron de lanzar en la segunda mitad, buscando series demasiado largas para la defensiva de New England. Esto fue a raíz del plan de juego más agresivo de la defensiva, por lo que buscaron desgastarla lo más que pudieron, y funcionó.
Eso quiere decir que, aunque no del todo equivocados en su planteamiento inicial en aquella ocasión, Buffalo venía preparado para contrarrestar. De ahí la importancia de que la ofensiva colabore para evitar el mismo desarrollo.
En general, el equipo tiene que tener cuidado de no caer en la híperagresividad contra Josh Allen, pero ahora tampoco puede darse el lujo de ser demasiado cuidadoso por aire para no darle espacio a los corredores.
Debemos centrarnos entre lo que deseamos suceda y lo que se perfila a pasar en un juego, donde ya no parece que se pueda tener oportunidad si se juega contra unos Bills enfocados.
Es cierto, hay maneras de poner nervioso a Josh Allen, suele sobre reaccionar y querer hacer de más, pero no, desde hace 2 años, este equipo ya le tomó la medida a New England con la mano en la cintura.
Lo que si puede asegurar, es que será más cerrado que el partido en Gillette, pero a pesar de estar cerca, Buffalo no desperdiciará la oportunidad de pegarle a Bill Belichick y su equipo, ayudando de paso, a casi eliminarlos de nuevo de una temporada.
El Over/Under del juego está en 42.5 y la verdad, apostar a favor de New England (+250), puede ser una buena opción si deseas arriesgarte a que Buffalo siga golpeado por el lamentable evento del pasado monday night football)
Patriots vs. Bills es la última parada del equipo este año. Sé que si por algo se dieran las cosas para que el equipo esté en postemporada, muchos se acercarán para hacer ver mi error, pero no, la información generada no me da para pensar en que esto sucederá.
Bajo la premisa anterior, siento que Bill Belichick debe seguir al frente, es muy exagerado reflexionar en que él ya no es bueno en lo que hace, lo que si debe suceder, es que Robert Kraft entre al quite y ponga orden para que se decidan ya en darle rumbo a la reconstrucción.
Los ocho juegos ganados este año, son símbolo del genio del coach, pero las 8 derrotas, son exactamente el reflejo de los errores y terquedad de la estructura actual a su mando.
Se irán muchos jugadores y entrenadores, lo cual representará un nuevo comienzo para el equipo y con un reto para definir si se reinicia todo desde el QB titular o, todavía hay esperanza y solo hace falta arreglar los múltiples hoyos del barco.
La verdad, esto no es una despedida, seguiremos hablando de los playoffs, pero la versión 2022 de los Patriots, tendrán su último juego visitando a los Bills.
Vientos de cambio se sienten fuertes en Foxborough y aquí, en este espacio: ¡Todos somos Nación Patriota!
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