Las claves del triunfo de los Patriots en Pittsburgh

Parece que los Patriots no necesitaron mucho para ganar 17-14 en Pittsburgh, pero eso es un tanto falso. Propio del mejor Bill Belichick, su plan de juego ha buscado la manera más práctica y forzó al rival a ir por el camino equivocado. Mientras tanto, él apenas ha requerido que su QB reduzca errores para facilitar su trabajo a pulso casi quirúrgico.

El head coach siempre lo dice, septiembre es para ir puliendo las aristas hasta alcanzar redondez a partir de noviembre. Sin embargo, eso no implica que no haya que ganar como sea y Belichick lo entiende perfectamente. Aunque hay mucho por mejorar en general, como diría uno de los nuestros (te estoy hablando a ti, estimado Lizandro Gutiérrez): mejorar en la victoria es mucho más sencillo. Al final del día, pueden sostenerse en lo siguiente para ir mejorando en lo demás.

Las claves del triunfo de los Patriots

Su viejo sistema sigue cumpliendo

Cuando Matt Patricia decidió desempolvar el viejo playbook de Josh McDaniels, logró evitar cualquier sorpresa y mantuvo el liderato, aún sin anotar un solo punto en el último cuarto.

Las jugadas del año pasado carecen de dinamismo y pueden pecar de básicas, pero en situaciones específicas, los Patriots no tienen problemas para dominar las trincheras. Esto no puede aplicarse en otros juegos y 17 puntos serán insuficientes, así como 376 yardas totales son menos de lo ideal, sin embargo, luego de ver algunas remontadas en la semana 2, tener jugadas que controlan el reloj a placer son totalmente bienvenidas. Son toscas y no son atractivas, pero estas también ayudaron a la primera reconstrucción allá en el 2000-2001.

La defensiva oportunista regresó

Las segundas oportunidades son difíciles de obtener en la NFL, pero a los Patriots les llegó en su siguiente partido; otra vez un QB impreciso, una vez lanzó peligrosamente el balón, sin embargo, ahora no perdonaron al tirar intercepciones.

Aunque solo fue una intercepción, luego de verlos dejar caer varias la semana pasada, y además con la importancia que pudieron tener al final, te hace ver que cualquiera es crucial. No esperamos una producción como cuando estaba Stephon Gilmore o J.C. Jackson, pero si con alguna para mantener cierto control de la situación o recuperarlo de ser necesario.

La redención de algunos jugadores cuestionados

WR Nelson Agholor, CB Jalen Mills y G Cole Strange, son algunos de los jugadores que levantaron la mano esta semana, aun cuando varios han cuestionado su llegada a los Patriots en algún momento del pasado.

Belichick tiene sus locuras, pero eso viene con el paquete del genio que es. Sin embargo, es de los pocos que puede hacer funcionar a ciertos jugadores en la NFL y este parece ser otra vez el caso. Tomen de ejemplo a Agholor, que es el primer WR con +100 yardas en el equipo desde 2020, frente a una secundaria que usó dos safeties para limitar pases profundos en el último juego. Aun así, pudo lograr jugadas como esta:

La línea ofensiva mejora bajo Matt Patricia

A muy pocos le gusta tenerlo en la ofensiva de los Patriots, pero vamos a tener que aceptarlo con el tiempo. Y verdaderamente ha hecho un mejor partido que el anterior, lo que es indicio de progreso, algo siempre positivo. Sin embargo, es su trabajo en la OL donde le doy crédito; no solo Trent Brown volvió a dominar en el lado izquierdo, hasta Cole Strange ha podido 1 a 1 con el DT Cam Heyward que había sido bestial la semana anterior.

Crédito aparte a su asistente Billy Yates, parte de esos remanentes de los entrenadores pasados, que esta semana estuvo ajustando en el transcurso del juego. Y vaya que se notó, porque Mac Jones acabó sin golpes todo el día, algo que no tuvo la semana previa y lo lesionó de la espalda.

Tal vez deban corregir errores puntuales con el OT Isaiah Wynn (cometió 2 castigos), sin embargo, una mejoría así era necesaria para el triunfo. Nuevamente, queda claro que se gana cuando la OL juega a este nivel:

Damien Harris y Rhamondre Stevenson

Una semana antes, la defensiva de Pittsburgh limitó al RB Joe Mixon a únicamente 3.0 yardas por acarreo; basta ver lo especiales que son Harris y Stevenson juntos que lograron 4.7 y 5.2 yardas en promedio cada uno, respectivamente. Incluso el equipo los ha usado para convertir una tercera y largo casi al cierre del partido; lo anterior, mientras suben su producción de poco más de 20 acarreos en la semana 1 a 31 en la semana 2. Al final, es casi innegable que están mejorando ofensivamente, gracias a jugadores como estos, y sencillamente no pueden volver a ignorarlos.

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