Los Kansas City Chiefs se consolidaron como la nueva fuerza dominante de la NFL, tras ganar el Super Bowl LVIII.
Para New England, este es un llamado de atención en muchos sentidos, pues dejaron de ser eso hace años. Por otro lado, es una buena oportunidad para mirar a lo que han estado haciendo bien los otros equipos para conquistar el Trofeo Vince Lombardi. De este modo, volver a esas instancias en el futuro no tan lejano.
Ambos finalistas de este año, igual que el anterior, fueron ejemplos de cómo tratar a un QB joven rodeándolo de talento. No importa si lo eliges en primera ronda o con el último pick, es imperdonable hacer lo mismo que vimos con el QB Mac Jones y abandonarlo a su suerte.
Ahora bien, también es claro que no todos los pasadores trascienden con lo que le rodean. Por muchos años vimos a uno que lograba exprimirle agua a las piedras y el QB Patrick Mahomes es similar. La evaluación no solo puede limitarse a sus herramientas, sino tener la certeza de que ese QB sepa edificar algo importante con ellas. Esa fue la diferencia en tiempo extra en el SB LVIII.
Drake Maye, Jayden Daniels, Caleb Williams, no importa a quién prefiera el público, se trata de que el scouting sea certero. Un buen pasador también te garantiza poder ganar sin importar si cobra como novato o un dineral.
Hemos oído, leído y visto a muchos que niegan que las defensivas sean relevantes en la NFL moderna. Cierto es que no te ganan campeonatos por sí solas, pero los Chiefs pudieron ganar uno este año con una ofensiva apenas decente y una gran defensiva. Se trata de poder mover el balón lo suficiente para anotar y aprovechar que tu defensiva nunca defrauda.
Kansas City ganó este anillo con una defensiva que no permitió ni 20 puntos por partido en promedio (16.0). Por su parte, los Pats terminaron con la mejor defensiva terrestre de la campaña, pero nada de eso importó porque no había quien aprovechara sus aportaciones. Sin embargo, la realidad es que si la descuidan, ahora de nada servirá una gran ofensiva (véase Miami). A la hora buena necesitas alguien que detenga en seco a tu rival.
Hace ya muchos años (2020 para ser precisos), los Patriots tuvieron su última gran unidad de equipos especiales, pero desde 2021 es un desastre que solo estorba como la ofensiva.
En el Super Bowl LVIII fue clave para los Chiefs. Para empezar, el K Harrison Butker no erró nunca (a diferencia del K Chad Ryland) y ese punto extra que bloquearon, permitió el empate que alargó el partido para poder ganarlo. Todo eso ensombrecido por lo que hace Mahomes y compañía, pero en juegos de playoffs son los pequeños detalles los que hacen tremendas diferencias.
Con únicamente el 64% de FG anotados, indisciplina que lleva a castigos infantiles, así como el inminente retiro de Matthew Slater, resulta un reto notablemente grande para el nuevo coordinador Jeremy Springer. Solo esperemos que no traiga un poco más de su mal paso por los Rams y verdaderamente conduzca la reconstrucción de esta parte del equipo.
¿Cuáles son las claves que aprendiste del Super Bowl LVIII y que pueden servirle a los Patriots? Puedes dejarnos tus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.
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