Los New England Patriots finalmente ganaron su tercer juego de la temporada NFL 2023, pero quizás sea tarde para soñar con playoffs. La situación no cambia con un récord de 3-10, pero el HC Bill Belichick respira más tranquilo y quizás demuestre que debe quedarse a pesar de la opinión de sus malquerientes.
Hoy vamos a analizar su situación y qué debería cambiar de cara a la inminente (y segunda) reconstrucción de los Patriots.
Sí que es cierto que parte de la culpa de que el ataque no funcione es suya, al final él es el Head Coach y General Manager, pero él se ha centrado en construir una defensa élite de la liga y lo ha conseguido.
A pesar de las múltiples bajas, entre ellas las de los dos mejores jugadores defensivos como son el LB Matthew Judon y el CB Christian Gonzalez, la defensa está demostrando un gran nivel y manteniendo al equipo en los partidos para poder pelear por las victorias. Sin embargo, Belichick dejó el ataque en manos del nuevo OC Bill O’Brien, en quién él confiaba mucho tras su paso por New England desde 2007 hasta 2012.
Con la incorporación de O’Brien y los fichajes de jugadores muy asentados en la liga como el WR JuJu Smith-Schuster, el TE Mike Gesicki y el RB Ezekiel Elliott, se pensaba que el ataque de los Patriots podría mejorar mucho con respecto a la temporada pasada y conseguir ganar partidos para pelear por los playoffs. Pero O’Brien tampoco ha sabido utilizar sus armas ofensivas y ha hecho del ataque uno de los peores de la NFL, sino el peor.
Apenas el jueves pasado vimos destellos con una ofensiva que generó más de 200 yardas totales y tres TD en una sola mitad, pero nuevamente presentó sus problemas de siempre en el resto del partido y anotó 0 puntos en la segunda mitad.
Bill Belichick se ha ganado por sus propios méritos el derecho a decidir sobre su futuro. Por lo comentado anteriormente, como entrenador hay poco que achacar a Belichick. Donde sí debe cambiar es en su cargo como General Manager, o dejar el cargo en otras manos y centrarse en su rol de entrenador.
En los últimos años se ha reforzado mucho la defensa (sobre todo en las primeras rondas de los Drafts), y muy poco el ataque: los QB, ya sea Mac Jones o Bailey Zappe, están entre los peores de la liga (pese a los números del juego pasado de este último) los receptores no generan separación y la línea ofensiva es todo menos regular. Si quiere construir un equipo competitivo en todos los aspectos del juego, esta offseason se deberá reforzar completamente el ataque.
La ‘Patriots Way’ es una filosofía en la que los jugadores se centran en el equipo por encima de ellos mismos y mantienen una sólida ética de trabajo, entre otros. Esa filosofía funcionó de maravilla cuando los Patriots tenían a la NFL bajo sus talones, pero ahora que ya no están de la élite, sus méritos se han puesto en duda.
Muchos dicen que la ‘Patriots Way’ ya no existe desde la marcha de Tom Brady, que todo dependía de él y que esa filosofía de enfocarse más en el equipo ya no es efectiva. Pero si una cosa es cierta, y el propio Tom Brady lo ha dicho en varias ocasiones, es que los Patrios no hubiesen sido lo mismo si no hubiese sido por Bill Belichick. Desde luego que el gran artífice y creador de la ‘Patriot Way’ es Bill Belichick y hasta que él no abandone la franquicia de New England, seguirá existiendo.
Pero para que la ‘Patriot Way’ sea efectiva es necesario tener líderes dentro del vestuario y este año no los hay más allá de Matthew Slater. El exjugador de New England, Chris Long (quién ganó la Super Bowl LI con los Patriots), realizó el pasado 8 de noviembre unas declaraciones en su podcast Green Light with Chris Long acerca de este tema:
“La ‘Patrios Way’, tenemos que empezar a preguntarnos ¿existe? Existe, pero ¿es eficaz?”. En cuanto a por qué Long cuestiona la ‘Patriot Way’, señaló la falta de verdaderos líderes en la plantilla en comparación con cuando él jugaba en Foxborough.
“Cuando entrabas a ese vestuario, sabías que estabas en un vestuario ganador,” dijo Long. ¿Qué pasa con los Devin McCourty? Matt Slater está solo ahí dentro. Simplemente, ya no quedan muchos Julian Edelman. No hay muchos como Dont’a Hightower. Dont’a Hightower fue uno de los mejores líderes con los que jugué, si no el mejor líder defensivo con el que jugué,” agregaba Long.
Este es otro de los aspectos fundamentales que debe cambiar para una reconstrucción en New England, ya que la pérdida de jugadores como McCourty, Hightower y Edelman, además de otros como Tom Brady y Rob Gronkowski, no solo afecta a los Patriots en el campo, sino que ha dejado un enorme vacío en el vestidor.
El triunfo nos mostró la escasa cantidad de jugadores en ese sentido. La nula producción de líderes nos ha pesado, y viendo lo que un poco de carácter hizo en la ofensiva de arranque, quien sabe cómo hubiera sido esto con mejores contrataciones y selecciones al menos a la ofensiva. Especialmente con esa defensiva.
Otro aspecto fundamental para la reconstrucción de los Patriots es el puesto de QB. Desde la marcha de Tom Brady el equipo ha sufrido demasiados cambios que no han permitido que un jugador se asiente como QB titular. Pero, ¿quién será el QB titular del futuro de los Patriots? Para responder a esta pregunta se plantean dos escenarios que varían en función de la posición en la que los Patriots seleccionarán en el próximo Draft.
Tampoco nos dejemos llevar por un partido; Zappe lleva una temporada casi tan lamentable como Jones. Ambos han tenido un juego donde se lucen (Jones contra Buffalo esta temporada) y eso no cambia nada. Todavía con el segundo pick del Draft NFL, hay una buena posibilidad de atraer un fuera de serie a estas filas.
El primero de ellos es si los Patriots tienen la oportunidad de seleccionar a uno de los dos QB sobre los que parece que se puede empezar un proyecto a su alrededor: Caleb Williams o Drake Maye.
Si esto se produce, los Patriots dispondrán de mucho salary cap para darle las armas necesarias a un QB joven, reforzar la línea ofensiva y renovar casi al completo el cuerpo de receptores, para que no suceda lo mismo que con Mac Jones.
El segundo de ellos, y que parece menos probable, si los Patriots terminan esta temporada consiguiendo alguna victoria más que les permita seleccionar fuera del TOP 5 del Draft.
En este caso, optaría por gastar salary cap fichando un QB veterano ya asentado en la liga (Jimmy Garoppolo, Kirk Cousins, etc.) y utilizar esa primera ronda del Draft para adquirir talento ofensivo joven. En la segunda ronda seleccionaría un QB joven que en su primera temporada tenga el papel de QB2, para que tenga un año de desarrollo antes de dar el salto a la titularidad y ser el QB del futuro de los Patriots.
¿Cómo plantearías tú la próxima reestructuración de los New England Patriots? ¿Seguirías apostando por Bill Belichick? ¿Quién sería el QB que elegirías para el futuro? Puedes dejarnos tus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.
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