En el juego número 12 entre New England Patriots y New York Giants en temporada regular nos trae muchos recuerdos; como olvidar sus dos enfrentamientos en el Super Bowl que causaron tanto dolor en los aficionados de los Pats, pero también por los lazos que ambos comparten. Sin embargo, hoy en día es un juego que presenta dos de sus peores versiones en décadas.
Un duelo cargado de nostalgia en New York
La última vez que los Patriots jugaron contra Giants en campaña regular fue el 10 de octubre de 2019, cuando Tom Brady lideró para ganar 35-14 en un partido de jueves por la noche en el Gillette Stadium. Esa también sería la última vez que se viviría el período conocido de la dinastía para los locales, pues meses después se iría Brady e iniciaría una larguísima reconstrucción que hoy todavía no tiene final.
Del otro lado, New York lleva más tiempo desencantando a su fanaticada. Desde 2018 solo suman un triunfo en playoffs, luego de haber ganado dos veces el Super Bowl de 2007-2012. Y es difícil superar esa memoria, porque el primero supuso vencer a New England que llegó invicto al SB XLII; y el segundo, SB XLVI, con aquella ofensiva que revolucionó la NFL con Aaron Hernandez y Rob Gronkowski, se quedó otra vez corto de ganar el evento.
Rumbo a otro juego contra #Giants parece que solo tenemos recuerdos dolorosos contra ellos:
La recepción que Wes Welker no pudo asegurar en el SB XLVI pic.twitter.com/RYyjfWNXbG
— Nación Patriota (@nacionpatriots) November 22, 2023
A lo largo de más de 10 años, los juegos entre Tom Coughlin y Bill Belichick marcaron un hito en la NFL. Por un lado tenías al underdog que ganaba a base de una defensiva físicamente abrumadora; de otro, las mejores ofensivas de la liga en varios de esos partidos. Era como ver al boxeador más defensivo contra el de mejor pegada en el mismo cuadrilátero.
Coughlin y Belichick además venían de la misma escuela: la de Bill Parcells. El primero fue su coach de WR de 1988-1990 en los Giants, ganando el SB XXV. El segundo fue su compañero de staff en esa época, aunque él estuvo 12 años en varios puestos como asistente de Parcells en ese equipo, incluyendo coordinador defensivo. Este momento de sus vidas marcaría un antes y un después, no solo a nivel personal, sino para toda la NFL.
El estilo que desarrollaron a partir de entonces llegaría a su clímax en las dos décadas pasadas. Sus caminos chocarían tres veces de 2007-2011, incluyendo enfrentamientos de SB.
Un presente totalmente diferente para Giants y Patriots
Actualmente, si algo nos demuestran los duelos más recientes, los de pretemporada, es que ninguno vive un presente similar a ese pasado; los Pats tienen hoy en día entre las peores ofensivas de la NFL, curiosamente, solo unos lugares por detrás de la de estos Giants. Y ninguna de estas defensivas llega al top 10 en las estadísticas principales.
Ni que decir que pasamos de enfrentamientos entre Eli Manning y Tom Brady, dos futuros miembros del Salón de la Fama, a ver este domingo un Tommy DeVito vs Mac Jones, vaya, una decepción de pies a cabeza y ninguno figura para construir a largo plazo.
El hecho de que pasaron de disputar el Trofeo Vince Lombardi a decidir el futuro de la selección global número dos en su próximo enfrentamiento es, cuando menos, depresivo. No cabe duda que la NFL da muchas vueltas, y ese esfuerzo por recuperar prestigio que llegó a dar sus frutos en las décadas del 2000 y 2010, se las han llevado las olas del tiempo.
Viéndolo desde el lado más optimista, nadie quita que en el futuro veamos otro giro de guión de 180° y el mal sabor de boca de ahora sea un recuerdo ya distante. De cierta manera, todo comienza por lo que resulte del marcador final de este domingo, porque sí, ese pick tan alto podría tener un sabor de Super Bowl por lo que implicaría y volver a alcanzar ese estándar que tanto tiempo les costó obtener en su momento.
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