HC Bill Belichick. (Foto: USA Today)
Con un inicio de 2-7, los New England Patriots son el peor equipo de la AFC y uno de los peores de toda la NFL. Para colmo, los problemas internos no dejan de surgir; desde lesiones, bajones de rendimiento ofensivo, defensivo y hasta indisciplinas, nada es como antes en el equipo del HC Bill Belichick. Aquellas épocas donde su filosofía del Patriots Way era seguida a raja tabla y era sinónimo de éxito, hoy parecen un lejano recuerdo. ¿Es el fin de una era?
El año no comenzó del todo bien para New England, con varias derrotas y uno de sus peores inicios desde que Bill Belichick tomó al equipo, solo igualado por su primera campaña en el 2000. Luego fueron las lesiones:
Y poco a poco construyeron lo que hoy es un monumento al fracaso, porque más allá de sorprender a Buffalo en la semana 7 NFL, los últimos meses fue una de cal por las muchas, muchas de arena. Lo más grave es que todo fue causal, no coincidencia; malas decisiones, tras malas decisiones tienden a crear escenarios nefastos como este: sin WR o playmakers que saquen los partidos, sin líderes que puedan entrar en ausencia de otros y con una presión por resultados porque son tres años de este proyecto.
Desde 2021 las estadísticas no acompañan al equipo y las decisiones del también GM, Bill Belichick:
Si a eso sumamos que del Draft NFL 2022, en el encuentro pasado solo jugaron el WR Tyquan Thornton, CB Jack Jones y G Cole Strange, además de que solo este último no fue enviado a la banca, son más y más problemas.
Uno pensaría que no, al menos la mayoría, aunque lo cierto es que la última seguidilla de rumores en New England, no han hecho más que incrementar la creencia de que es el fin de una era en el equipo, como dirían en el argot futbolero, parece que le tendieron la cama a Bill Belichick.
Adicional a que el coach de OL, Adrian Klemm, no estará disponible indefinidamente por un tema de salud (a saber si no es un despido silencioso), el CB J.C. Jackson no jugará este domingo en Alemania. El reporte inicial de Ian Rapoport de NFL Media, fue por demás extraño, porque mencionó la palabra “fiabilidad”, y en otro reporte de Albert Breer de Sports Illustrated, se agregó lo siguiente:
“Jackson llegó tarde al hotel del equipo el sábado, según fuentes, fue parte la razón de por qué comenzó el partido del domingo contra los Commanders en la banca.”
Claro, los problemas de conducta de Jackson son harto conocidos, pues para empezar, Los Angeles prefiere pagarle para que no juegue con ellos este año y prácticamente se lo regalaron a los Patriots. Pero no es el único, y he aquí el problema, porque tampoco quisieron iniciar al CB Jack Jones (otro con problemas de disciplina) y el WR Kayshon Boutte (sin razones dichas). Y entre que este vestidor tiene la presión encima, sumas esta clase de jugadores indisciplinados y decisiones cuestionables, es un cóctel a punto de estallar.
“Siento que la narrativa está un poco desordenada. ¿Qué hizo Sean para ganárselo? Todo el mundo está tratando de hacerlo sobre ellos dos,” dijo el coach de CB, Mike Pellegrino, sobre sentar a Jones y Jackson el domingo (y un poco de las otras polémicas recientes).
“Creo que la narrativa debería centrarse más en: ‘¿Qué ha hecho bien Sean para ganarse esta oportunidad? Porque Sean ha hecho muchas cosas grandes aquí para nosotros en este último año y es un jugador diferente de lo que ha sido en el pasado.”
El problema, si analizamos sus palabras, es que si tus mejores hombres no están esforzándose, ¿qué mensaje mandas al resto del equipo?
No lo olviden, pudieron deshacerse de varios y limpiar la casa en el límite de intercambios, pero eligieron no hacerlo. Simplemente, se sobreestimó el poder del mensaje del head coach, que ahora mismo ya no permea en el conjunto.
Para el aficionado esto no es ningún secreto; los domingos este año hemos visto poco o nulo esfuerzo de los jugadores. Hay partes de los partidos donde dejan de luchar por la tackleada o la recepción y dejan que se hundan bastante antes de intentar salir del hoyo de nuevo. La apatía es un cáncer en un equipo competitivo que va carcomiendo lo poco bueno que hay.
De nada te sirve tener discursos motivacionales, a personas como Judon viajando con el equipo cada semana a darles ánimo, si estos no creen en lo que hacen. Y esta es la verdadera raíz del problema: porque perder juegos es una cosa, pero perder el vestidor es catastrófico. No es de extrañar que en Boston haya narrativas asegurando que esté domingo podría ser el último de Bill.
El propio entrenador reconoció que está enfocado solo en su duelo contra Indianapolis con sus típicas respuestas evasivas. Y es que si lo pensamos, estamos viendo una olla de presión a punto de estallar si no ganan esta semana y colocarse 2-8. Robert Kraft también acaba de ver como los Raiders mejoraron a partir de su cambio de HC (que, curiosamente, es discípulo de Belichick), por lo que habrá que estar atentos a las consecuencias del resultado. De momento, es territorio desconocido para la organización en este siglo.
¿Piensas que deba venir cambio de timón si Bill Belichick vuelve a perder este domingo? Puedes dejarnos tus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.
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