Wide Receiver: ¿La última pieza del rompecabezas de los Patriots?

En este punto del año, por mucho que se le cuestione a Bill Belichick sus decisiones como GM, se las arregló para tener menos necesidades de las que había al inicio de este año. Sin embargo, una cuenta pendiente parece a la ofensiva, principalmente, con el receptor diferencial que necesitan los Patriots.

Ya sea para el desarrollo del QB Mac Jones o solamente para facilitar su operación sin importar el pasador titular, no es un requisito fácil de obviar. La realidad es que este ataque, incluso en su mejor momento, ha carecido de esta última pieza del rompecabezas para trascender.

¿Este año es el bueno para cumplir o volveremos a ver humo en este sentido?

Wide Receiver: ¿La última pieza del rompecabezas de los Patriots?

En el último Super Bowl, con el QB Jalen Hurts, vimos como tener 1 o hasta 2 receptores estelares pueden ayudar notablemente el desarrollo de cualquier QB. Lo mismo aplica hasta para los más sólidos de la posición: Patrick Mahomes, Josh Allen, Joe Burrow, etc. es difícil hallar un QB importante que no haya tenido un WR élite para dar el siguiente paso en algún punto temprano de su carrera.

Con Mac Jones no es diferente, y la ausencia de uno, muchas veces le resta confianza cuando una jugada no sale perfectamente. Lo vimos el año pasado, con sus compañeros generando poca separación o hasta chocando entre ellos al correr sus rutas. En todo caso, muy pocos estaban ahí a la hora de una remontada u obligaron a que las defensivas los respetaran.

Este año tampoco podemos decir lo mismo de DeVante Parker, JuJu Smith-Schuster, Tyquan Thornton, Kendrick Bourne, etc. la promesa de que serán así de cruciales, es lo único que realmente tienen. Incluso Jakobi Meyers, con todo el amor que le tienen, fue a los Raiders a ser la sombra de Hunter Renfrow y Davante Adams. No hemos tenido un WR1 desde hace mucho, mucho tiempo.

El problema es que Jones parece el tipo de QB que liga sus mejores momentos al hecho de contar con uno (que, como dijimos, no es un aspecto negativo). En Alabama tuvo en varios momentos a Jaylen Waddle, DeVonta Smith, Jerry Jeudy, entre otros. Estos ahora son estelares en Dolphins, Eagles, Broncos, etc. y ajustarse a las limitaciones de este cuerpo de receptores no es sencillo.

¿Quieres llevar lejos a cualquier QB? Pues no le pongas límites con lo que dispone. Bien dijo Bill Parcells en la década de 1990:

“Si quieren que cocines la cena, al menos deberían dejarte comprar algunos ingredientes.”

El panorama de DeAndre Hopkins y Jerry Jeudy

Lo cierto es que el camino para obtener un WR de los llamados habitualmente WR1 es uno plagado de inconvenientes. Y en este punto, no es como si los Patriots estuvieran evitando alguna adquisición; pero es un hecho que los equipos están forzando a que los precios sean más altos.

Por DeAndre Hopkins, por ejemplo, Jeff Howe explicó que “necesitarían un cambio importante de filosofía” para ofertar por él, dado que su precio no se ajusta a lo que buscan dar. Y no parece que muchos equipos estén en la labor de dar eso a los Cardinals; después de todo, se tiene que reajustar su contrato de casi 20 millones de dólares de salario en 2023.

Según escribió Doug Kyed recientemente, es “dudoso” que vayan a ofertar por él sin un precio más asequible. No los saca de la ecuación del todo en el futuro; sin embargo, esto pone una pausa en las especulaciones por ahora. ¿Qué hay de Jerry Jeudy?

La cosa con Jeudy tampoco es sencilla; traer al excompañero de Mac Jones es bastante costoso y según se reportó, la sensación al pedir hasta una primera ronda por él, es que no quieren cambiarlo, sino desanimar a posibles compradores. Esto es bastante lógico, en especial, viendo las finanzas que acarrea con él:

  • 2.68 millones de dólares en 2023
  • 12.987 millones de dólares en 2024 aceptando su opción de quinto año.
  • Un total de 15.7 millones de dólares por tenerlo dos años en el equipo.

Otra fuente le dijo a Doug Kyed que ese precio, aunque es buen jugador, “es mucho”. Y en varios medios consultados, da la sensación de que la oferta de una segunda ronda, más otra de cuarta ronda, es la oferta más importante que darán. Sin embargo, filtrar la información a la prensa puede ser una movida para intentar que alguien la supere.

¿Lo valen realmente?

En su momento, no tuvieron miedo en ofertar más por Brandin Cooks; pero recordando que en los Saints había alcanzado el punto más alto de su carrera poco antes, y vino aquí con esa inercia. Jeudy no es muy diferente a cualquier novato que podrían tomar en primera ronda con ese pick que darían; habría que desarrollarlo más todavía, y eso, evidentemente, hace dudar a New England.

No obstante, Kyed cita que es “la opción más realista” en este momento. Quizás, esto se resume a un juego de paciencia por ver quién cede primero. Por ende, podemos ver una espera de hasta más de un mes, llegando hasta la noche del Draft NFL o después.

Aunque es verdad que un receptor con cualidades especiales, por encima de la media, es la chispa que necesita Bill O’Brien para generar su revolución ofensiva. Y su decisión puede ser la más importante después de todo, no lo olviden.

¿Irían por un WR veterano en un intercambio como Hopkins o Jeudy o buscarían una opción en el Draft NFL? Pueden comentarnos sus reflexiones del tema debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

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