Todos hemos llegado a concluir alguna vez que, una vez que Bill Belichick le toma la medida a alguien, normalmente le saca ventaja siempre. Eso parece comprobarse incluso en temporadas como esta cada semana, y el QB Zach Wilson fue prueba de ello en la semana 8.
Pero con un mejor momento que la última vez, el pasador de segundo año busca reestablecerse como una gran promesa de la posición. Y de él dependerá que los Jets se lleven el segundo juego de la serie este año.
Semana 8 de la NFL, East Rutherford, New Jersey, el QB Zach Wilson lanza 3 intercepciones que le cuestan el partido a los Jets, que se quedaron a menos de 1 TD de remontar el marcador final contra los Patriots: 22-17. Además, en 2 juegos contra New England ha lanzado 7 intercepciones, sin poder ganar ninguno de ellos.
Para su siguiente juego contra los Bills, el staff tomó nota de sus errores e hicieron ajustes oportunos, ¿el resultado? 72% de sus pases completos, 154 yardas y 1 TD, pero más importante aún, 0 entregas de balón. A la postre, sería clave para vencer al entonces líder divisional de la AFC East y colocarse con récord de 6-3 en la campaña.
Con una semana de descanso para seguir con sus ajustes, parece justo decir que es un QB que podría verse algo diferente este fin de semana o incluso, totalmente distinto; Wilson ataca mejor los pases largos, su ataque por tierra es más efectivo y le están dando la protección adecuada, elementos que no se vieron en su primer enfrentamiento este año.
Para New England es un reto más difícil, pues presionarlo lo suficiente fue elemental para forzar sus equivocaciones en cada uno de sus juegos contra él y su equipo desde el año pasado. Y como vimos tras el descanso de la temporada pasada, los Pats pueden verse disminuidos a la defensiva luego de estar en óptimas condiciones, debido al extenso descanso obtenido.
No sería la primera vez esta temporada que un QB nos sorprende en Foxborough, y desgraciadamente, tampoco podría ser la última.
Obviamente, también es oportuno darle el beneficio de la duda a Bill Belichick, pues no es lo mismo enfrentarse a Justin Fields que a Wilson, con un estilo que reconoce desde hace tiempo. Y tampoco es inusual que se tome su tiempo para anticipar cambios con tantos días de preparación.
Como diría en su conferencia de prensa del lunes, los Jets son “máxima prioridad” y no porque sean el rival de turno, sino porque ganarles otra vez, con ese roster, no es nada fácil. Igual que ellos, podrían tener de regreso a todo su personal y hacer lo mismo que contra otros rivales de mayor peso. En esta liga no puedes dar nada por sentado.
Reconocer el peligro que representa este equipo es acertado. Y es que los Pats, al igual que sus oponentes, tienen un QB de segundo año con inconsistencias que deben corregir, no obstante, si ellos creen poder, ¿por qué no New York? Es como mirarse en un espejo, entendiendo que tienen las mismas oportunidades de lograrlo.
Cosas extrañas siempre ocurren en duelos divisionales, pero de este equipo depende seguir una tradición, que hoy más que nunca deben mantener: doblegar a los Jets por enésima vez.
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